El pueblo tarasco también conocido como pueblo puerépecha,
lo podemos ubicar en las regiones cercanas al lago Pátzcuaro, en el occidente
mexicano, en lo que es hoy el Estado de Michoacan, a comienzos del siglo X de nuestra era.
Es una de las culturas más misteriosas que poblaron el
horizonte de los pueblos mesoamericanos, puesto que la procedencia de estos
pueblos es totalmente desconocida. Esto se ve reflejado en la lengua de los
tarascos que no está emparentada con ninguna de las otras lenguas de los
pueblos mesoamericanos.
Hay diversas teorías que afirman que llegaron de regiones
tan lejanas como los Estados Unidos o el Perú por diversas similitudes entre la
lengua tarasca y la de estos territorios, pero ninguna de ellas está lo
suficientemente documentada como para poder afirmar su verosimilitud.
Máscara Tarasca
El nombre de los tarascos procede de España. Así en 1552,
con la llegada de los conquistadores españoles a la región, se encontraron con
el pueblo puerépecha. Aunque estos no eran en principio de carácter hostil, los
españoles quisieron ser precavidos; para ello, y con el objetivo de ganarse su
amistad, les entregaban a sus hijas como mujeres, o se casaban con sus hijas, y
de ahí la palabra de tarascos, que de un modo despectivo quiere decir, yerno o
suegro.
La influencia que la lengua española ha tenido en México, ha
hecho que ya nadie conozca a este pueblo por su nombre original, puerépechas
sino por tarascos.
La expansión de este pueblo fue bastante rápida; de hecho en
seguida de instalarse en las orillas del lago Pátzcuaro se fueron trasladando a
la región de Ihuatzio y tras un periodo bastante breve en esa zona, se fueron a
la zona de Tzintzuntzan, que ya en plena Edad Media, en el siglo XIV, conformó
la capitalidad tarasca de un territorio de más de 60.000 kilómetros cuadrados,
y con una población muy elevada, concretamente de más de 20.000 personas.
La economía tarasca estaba basada en la agricultura, con
cultivos sobre todo de maíz, frijoles, chile, tabaco y algodón, la caza, la
pesca y la recolección de los frutos que una zona rica como la zona lacustre en
la que se instalaron, les podía proporcionar.
Además fueron grandes ceramistas y trabajaron muy bien la
metalurgia, desarrollando el comercio en torno a estas especialidades.
Por lo que se refiere a los aspectos religiosos decir que
los tarascos dispusieron de grandes centros religiosos. Estos centros
religiosos son únicos y exclusivos de los tarascos, con su forma mixta,
rectangular y circular, y con forma por tanto de pirámide y de cono.
Adoraban, sobre todo en su edad antigua a diversos dioses,
siendo de los más importantes el dios cuaricaueri al que simbolizaban con el
águila y el colibrí.
Precisamente le nombre de Tzintzutan, que fue donde
instalaron su capital, significa lugar de los colibríes. También adoraban a la
luna, a la que representaba la diosa Xaratanga. Así mismo adoraban a tres
animales que tenían un simbolismo místico que eran el topo, la ardilla y la
comadreja.
El culto a los difuntos, lo hacían con ostentaciones de
lujo, siendo más lujoso el entierro cuanto más rica fuera la familia. Si se
trataba de un personaje importante, solían enterrarlo acompañándolo de su viuda
y sus sirvientes.
Las ceremonias religiosas de este pueblo, eran muy vistosas
y coloristas, con un uso notable de las plumas, demostrando la enorme
espiritualidad de este pueblo.
El arte tarasco, en su conjunto, era muy vitalista. Su
capacidad para realizar expresiones artísticas en movimiento y no estáticas,
hacen que se considere al arte tarasco como de los más evolucionados de su
época.
Su arquitectura se caracteriza por la construcción de
grandes plataformas, y de pirámides mixtas, mitad pirámide y mitad conos,
llamadas yácatas.
Es muy interesante también su artesanía cerámica, la cual
era destinada tanto al uso doméstico como al comercial o ceremonial.,
destacando sus colores, los cuales usaban con profusión, sobre todo el rojo, el
crema y el negro, y la artesanía con plumas, que la aplicaban a mantas, y
prendas de vestir.
Pero sin duda, lo que más destaca de esta artesanía del
pueblo tarasco, es la conocida como manufactura de las lacas.
Sobre este tema ha habido distintas teorías; así una de
ellas dice que esta artesanía se la enseñaron a los tarascos, los
conquistadores españoles. Sin embargo, hoy en día está prácticamente admitido
por todos los historiadores que ya se conocía desde los tiempos prehispánicos.
Este arte consistía en pintar las piezas de cerámica por
medio de la técnica del laqueado. El sistema era muy rudimentario pero no por
ello menos efectivo. Así, se cubría cada pieza con una especie de arcilla
plástica, y en ella se trazaban las muescas que componían los distintos
dibujos. Después se rellenaban las incisiones con colores vistosos frotándolos
con las manos, y agregando los distintos detalles con la ayuda de punzones y
puntas de flecha.
Hecho esto se procedía al barnizado de la pieza.
los tarascos II
La sociedad tarasca estaba montada sobre un estricto poder
militar, con un alto grado de centralización y jerarquización.
En la parte más alta de esa pirámide estaba el calzonci.
Este máximo poder era el gobernante supremo en todos los aspectos: jurídicos,
políticos, económicos y religiosos. Este poder supremo era representante de los
dioses y por lo tanto tenía derecho sobre la tierra; además era el encargado de
nombrar a los señores locales o achaechas. Estos ocupaban los puestos
importantes en todos los ámbitos, así como los cargos públicos.
Dentro de esta clase privilegiada, estarían también los
sacerdotes, los cuales eran dirigidos por el petámuti o sacerdote mayor, que
actuaba como juez en algunos casos, siempre y cuando, claro está, se lo
permitiese el cazonci, y los gobernantes militares de las fronteras del estado
tarasco, que eran cuatro.
Por debajo de esta clase dominante, estaban las clases más
bajas, que sostenían con su trabajo o por medio del pago de tributos, a las
clases elevadas, y que estaban formadas por agricultores, pescadores,
artesanos, y por último los esclavos, que se destinaban a trabajar las tierras
o al sacrificio, en las diversas ceremonias religiosas que celebraba este
pueblo.
Se convertían en esclavos, los cautivos de las guerras, que
durante una época fueron bastante abundantes, o los condenados por deudas de
hambre. Así mismo se podía llegar a esclavo si eras vendido en el mercado.
La diferencia de clases era muy acusada, siendo importante
destacar aquí que la justicia era aplicada con mucho más rigor entre los ricos,
y sobre todo entre la clase dirigente que entre los pobres.
En cuanto a las relaciones entre sexos, algunos estudiosos
se inclinan por ver entre los tarascos un cierto matriarcado, a través de la
concesión de un status superior de clase por ser mujer. Esta idea no es del
todo cierta pero lo que si es cierto, que había ciertos oficios destinados
íntegramente a las mujeres, como puede ser la encargada de la preparación de
alimentos, de guardar los sartales o de las semillas. Además también es cierto,
que las mujeres de las clases superiores tenían una relación especial con el
cazonci, el cual les buscaba matrimonio con los altos funcionarios de estado,
exigiéndoles a cambio que aprendieran conocimientos de acorde con el status del
marido elegido.
Fuente https://www.laguia2000.com/mexico/los-tarascos-i publicado por Helena.